"SE MERECE TU AMOR" (THE MOTIVE AND THE CUE)

Pocos días le quedan a este delicado montaje que narra el encuentro (y los desencuentros) de dos personalidades de la interpretación en una producción de Hamlet muy especial. 

En 1964 Richard Burton protagonizó en Broadway un montaje de Hamlet que dirigió John Gielgud. Quizás el hecho de tener a una gran estrella de Hollywood fue la gran apuesta para levantar esta producción; más o menos como se hace ahora. Quizás también el aliciente de su nuevo matrimonio con Elizabeth Taylor añadiese un motivo más que tentador para los buscadores de titulares y, a la postre, para asegurarse una taquilla con el texto de Shakespeare que, a los americanos, les provoca más de un escalofrío (verlo y hacerlo). La cuestión es que Burton interpretaría al príncipe de Dinamarca, y Gielgud se haría cargo de la dirección. Burton era un actor intempestivo por su carácter y por su afición al whisky. Gielgud era de la vieja escuela, de los que echaron los dientes recitando el pentámetro yámbico del de Stratford. Burton era una antorcha incendiaria. Gielgud una afilada placa de hielo. Así que solo había que esperar a que comenzaran los ensayos para contemplar el choque de estas dos locomotoras. Y Elizabeth Taylor en medio para intentar templar los ánimos de uno y otro.


Ese es básicamente el argumento de The Motive And The Cue, la última obra de Jack Thorne, un señor que tiene en su haber una hermosísima adaptación de A Christmas Carol, de Dickens, que desde 2017 se repone en un montaje navideño que es, simplemente, mágico. Y también, hablando de magia, es el adaptador de Harry Potter And The Cursed Child que llena a diario el Palace Theatre de Londres, y el Lyric Theatre de Nueva York.

Sam Mendes ha dirigido esta función con su habitual elegancia y, en esta ocasión, dando buena prueba de su amor por el teatro. Porque la obra es, como ha dicho la crítica londinense, una verdadera declaración de amor al teatro. La puesta en escena de Mendes se desarrolla en una serie de espacios de una acusada horizontalidad, con una decoración espartana, como si fuesen bocetos, en los que los 18 actores replantean la puesta en pie de un Hamlet destinado a ser un producto comercial más de Broadway sostenido por Burton, la estrella que compaginaba sus apariciones en la gran pantalla con los chismorreos de los tabloides, e intentando hacer la debida competencia al fenómeno Hello Dolly! que, por aquel entonces, colgaba a diario el cartel en el St. James Theatre de Nueva York.

"The Motive And The Cue" es la cita del texto de Hamlet:

What would he do

Had he the motive and the cue for passion

That I have?

que le sirve al autor para titular las dos partes en que se divide la obra, The Motive, y The Cue, algo así como el motivo, la razón, y el pie (dentro de la terminología teatral: la señal para iniciar una acción, normalmente una réplica). "El motivo -le dice Gielgud a Burton en una escena- es la espina dorsal de un personaje... el intelecto y la razón... el pie es la pasión... el interruptor interior que inflama el corazón". Todo este material parte, a su vez, del libro Letters from an Actor, que William Redfield, uno de los integrantes del reparto de aquel Hamlet, escribió sobre el proceso de ensayos. Material que, más allá del enfrentamiento que provocó el choque de estas dos personalidades, Gielgud y Burton, destila verdadero amor por el Teatro: "si no estás enamorado de la interpretación, deberías, porque es el mejor de los trabajos, y porque se merece tu amor" le dice también Gielgud a Burton. Por eso Mendes ha despojado la escena reduciendo la escenografía a un boceto minimalista, para que no se pierdan esas palabras, la quintaesencia de dos formas diferentes, pero igualmente válidas, de encarar el oficio de la actuación.

El trabajo de Mark Gatiss interpretando a Gielgud es fotográfico en cuanto a la composición física, y de una acertada combinación de auctoritas, afabilidad, fragilidad y comicidad. Por su parte, Johnny Flynn se desmarca con un trabajo vocal que impresiona por el parecido con la voz de Burton.

Una producción que bien ha merecido el traslado desde el Lyttelton aditorium del National Theatre al Noël Coward Theatre del West End, de la misma manera que le ocurrió al montaje de The Crucible, de Arthur Miller. Espectáculos que dan para un mayor recorrido que la temporada de doce semanas que programa el coliseo del Southbank. Que alguien tome nota por aquí, por favor. (Aunque me parece demasiado pedir).

 The Motive and the Cue | Official Trailer | Noël Coward Theatre (youtube.com)

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